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lunes, 29 de febrero de 2016

Deco- Inspiración: Vitrinas

#YoConfieso que... tengo un novio friki. Peo no un friki cualquiera, no-no-no un friki-friki. ¿Y qué podéis hacer si estáis en una situación como la mía? Aliaros amigas, aliarse es siempre la mejor opción. Pero ¿qué hacer cuando tu frikazo y tu os vais a vivir juntos y pretende que su Darth Wader de un metro presida el salón? negarse es la opción fácil pero siempre puede contraatacar con un "Pues entonces en el vestidor" y Ja, con el vestidor no se juega. Nunca.



Para una situación de emergencia como esta, mis primos los suecos (porque ya son como de la familia) tienen la solución. Bueno, como para casi todo. Así que mi plan estaba claro: pasear a mi consorte por Ikea y que tuviera un flechazo con algún mueble para exponer su amplia colección de friki- figuras. El milagro ocurrió y al segundo (o tercer) flechazo, decidimos que Fabrikör formaría parte de nuestras vidas y, como somos de Bilbao (bueno, yo no) compramos dos, en lugar de una.


Todo esto parece que ha sido muy rápido pero naranjas de la China; ha habido varias modificaciones de distribución y mucha búsqueda del resto de elementos para que todo encajara tal y como queríamos y se adaptara a lo que necesitábamos sin renunciar a la estética que tiene toda la casa. De hecho, la elección de Fabrikör tiró por la borda el primer salón que tenía diseñado.


Según lo estoy contando parece que he montado un museo too-much de Star Wars en mi salón pero, nada más lejos de la realidad; el resultado ha sido un friki-espacio muy sutil y bien expuesto. Además aprovechando nuestra gran idea de "dos mejor que una" hemos logrado que convivan en amor y compañía parte de mis libros de arquitectura (que es mi frikismo particular) con la Guerra de las Galaxias.



En definitiva, las vitrinas me parecen una muy buena forma de exponer tus "objetos más preciados" e integrarlos con el resto del mobiliario y decoración, protegiéndolos del polvo y dándole un aire personalizado a cualquier estancia. A día de hoy, como ya os he contado, están en el salón, pero no descarto que en un futuro se instalen en un vestidor llenas de "Louboutines saltarines", pero para que eso ocurra, nos tendremos que mudar (además de comprar más suelas rojas) y, bastante tengo con la mudanza de ahora como para pensar en el futuro.


Como siempre, os enseño unas imágenes de inspiración por si algun@ necesita "mostrar al mundo sus encantos colecciones" y le pueden servir de ayuda. Por cierto, cómo se nota que en los últimos dos meses he entrado y salido de Ikea más de veinte veces, me lo se de memoria, no se a que esperan para contratarme (guiño- guiño) ¡Con lo que yo quiero a mis primos!




¡Feliz lunes!

viernes, 26 de febrero de 2016

Deco- Inspiración: Vestidores

Dicen que...


Y a mi me debe querer mucho porque ya tengo una habitación lista para montar el vestidor. En este post de los inicios del blog ya os conté cómo me gustaría que fuera el vestidor de mi "futura-hipotética-casa" que a día de hoy es una realidad. Como suele pasar, una cosa es la idea inicial y otra MUY diferente es la que al final puedes llevar a cabo.



En la misma habitación tienen que convivir la mesa del trabajo y todos los trapitos, zapatos y demás complementos. Además, tiene que ser barato no, lo siguiente. Por estos motivos tengo que buscar una solución que me encaje en el espacio, me guste y se adapte a mi bolsillo, pero bueno Dora la decoradora ya se ha puesto manos a la obra y en mi mente está casi decidida la distribución.

Muy a mi pesar, la idea de vestidor con puertas ha tenido que ser descartada en la primera ronda, por una parte eleva muchísimo el presupuesto y por otra, mi querido E (compartiré alguna zona con él), no cierra una puerta de armario ni aunque le pague entonces ¿para qué ponerlas?. De hecho, una de las cosas que está decidida es que se cerrará con cortinas, de esta forma consigo taparlo pero sin arruinarme.



Una vez más, gracias al gigante sueco, he encontrado un par de sistemas que me vienen fenomenal. Por una parte está Algot, que me encanta; es muy económico y tiene un montón de complementos para poder adaptarlo a tus necesidades. Lo bueno de este sistema es que se puede ir cambiando según se necesite. Todos los elementos son regulables en altura y como el ancho es el mismo, se combina de muchas formas diferentes. Os enseño algunos ejemplos a continuación:




Por otra parte está Mulig, que es una barra para ropa que se fija a la pared y se combina con otros elementos como estanterías, baldas, etc... de diferentes colecciones. Lo que no me gusta tanto de esta opción es que es más estática que la anterior, es decir; no se pueden ir cambiando los elementos ni las alturas según se quiera. Una vez que lo has colocado, si necesitas cambiar la altura de las barras o su disposición, hay que volver a ponerlas y claro, eso significa hacer más agujeros en la pared. Una verdadera lata.




De momento Algot tiene más votos a favor pero todavía está por ver con cuál de las dos me quedaré, Espero poder montarlo pronto porque ahora mismo tengo la ropa repartida entre burros y un armario y es bastante caótico encontrar cualquier cosa. En cuánto esté montado lo enseñaré ¡con la guerra que he dado con el dichoso vestidor!

¡Feliz viernes!



viernes, 12 de febrero de 2016

Deco- Inspiración: Cocinas con encanto

Estoy más desaparecida de lo que jamás hubiera pensado porque lo que empezó siendo "un lavadito de cara" para nuestro casa petit hogar se está convirtiendo en un auténtico lifting, que ni Isabel Preysler en sus buenos tiempos.

Al principio, el primer par de veces que fuimos, E me decía "Esto es tan pequeño que en una mañana limpiamos, otra pintamos y luego ya, lo fácil; las visitas a Ikea y compañía" "¡JA!" y otro enorme "¡JA!". Para la tercera visita ya sabía de sobra que en dos semanitas no iba a estar listo y así está siendo.

¿Lo bueno? que está quedando ideal (al menos para nuestro gusto) aunque vaya con retraso ¿lo malo? que lo bueno se hace esperar y vivimos en la era de la impaciencia. Por este motivo, y para que la demora sea lo más amena posible, hoy os muestro unas ideas de lo que tengo pensado hacer con la cocina que, por cierto, me está amargando.

Es la estancia que dejé para el final y la única con la que estoy teniendo contratiempos (cuando no es el grifo, es la nevera y cuando no, un armario). De esta zona de la casa voy a aprovechar todo lo que hay (el resto ha ido a la basura); no tengo ni el tiempo ni mucho menos el dinero necesario para convertir este lugar en algo que me guste, con lo que tengo una serie de ideas en mente para aprovechar, de la mejor manera posible, los muebles que ya tengo pero dándoles un aire nuevo. 

La teoría me la se de pe a pa, es la parte fácil de la historia, pero la práctica creo que va a ser otro cantar. Nunca he sido buena haciendo manualidades, aunque debo reconocer que me he sorprendido a mi misma (y a los demás) con todo lo que he trabajado para que el cuchitril apartamento que me encontré el primer día, se haya convertido en nuestra mini casita. El cambio ha sido brutal y espero que con la cocina ocurra lo mismo.

Si todo va según lo planeado, el resultado final será una cocina en blanco y negro con algún toque de madera. Los muebles ya son blancos (de los tiempos de maricastaña) pero tengo que cambiar alguna cosilla para que sea más mi estilo. Ni E ni yo somos especialmente exigentes porque ninguno de los dos somos cocinillas; apenas sabemos calentar en el microondas, freír y usar el horno con lo que necesitamos algo mono y funcional, nada de islas enormes con electrodomésticos y robots de cocina del futuro, eso se lo dejamos a Arguiñano.

Para que veáis a lo que me refiero os enseño unas fotos de inspiración de cocinas de ensueño que no se acercan ni por casualidad, a lo que tengo yo en casa. Espero que os gusten.

¡Feliz viernes!










jueves, 4 de febrero de 2016

Proyecto de Interiorismo: Parte II

Lo prometido es deuda y hoy os muestro la segunda (y última) parte de mi primer proyecto de interiorismo. Esta vez es el turno del dormitorio (o dormitorios, según se mire). 

Como os comenté en el post anterior, el primer contacto que tuve con este piso fue mediante planos. Al igual que con el salón, no me cuadraba NADA; que en 75m2 hubiera tres habitaciones con camas de matrimonio, armarios por doquier, mesitas... era imposible ¡ni que fuera una exposición de Ikea donde todo entra!. Nanai, como ya suponía, en la primera visita me topé con un dormitorio medio grande y dos bastante pequeños.

La primera pregunta la tuve clara "-¿Necesitas los tres dormitorios?" la respuesta fue más clara aún "-NO, no hay proyecto de niños". Perfecto, la solución era fácil; unir dos dormitorios para convertirlo en una suite y el otro dejarlo como está, para una futura habitación de invitados. La suite os la muestro a continuación y el otro... el otro era una mezcla entre despensa y dormitorio, pero oye ¡cada uno utiliza las estancias de su casa en función de lo que necesito! (de hecho hace poco una señora, en contra de la voluntad de su marido, quería que le instalara un frigorífico en el baño de pin y pon, pero eso... eso es otra historia).

Una vez decidida y ejecutada la "pequeña" obra, era el turno de zonificar. Mi cliente necesitaba: vestidor, zona de dormir y zona de lectura. La mejor opción para delimitar espacios siempre es el papel pintado y las alfombras, además en este caso, al ser suelo cerámico, aporta mayor sensación de confort. Los motivos británicos me gustan bastante y en pequeñas dosis, el resultado es una mezcla entre clásico pero divertido, no se si me explico.


La idea de vestidor abierto queda genial en la exposiciones, pinterest y para los locos del orden, si no eres uno de ellos; pon puertas, de esta forma la ropa siempre estará ordenada y sin polvo. Tenía claro que no quería restar luz a la habitación, por eso, el enorme armario (que ya lo quisiera yo) fue elegido en blanco y con puerta tipo cuarterón, que va en la línea del diseño del cabecero.


Para la ropa menuda Ikea nos lo pone muy fácil. La elección de la Malm en tono azul- verdoso, no es casualidad. A pesar de que la cromática está muy en la línea del salón, había que romper con un punto de color (precioso, por cierto). La idea de los marcos en diferentes tamaños y colores me encanta (la utilizo mucho, al igual que los espejos) y ambas fotos son mías. El marco pequeño es la parada del metro de Louvre en París, y la grande es el Flatiron Building de Nueva York.


La zona de lectura se ubicó aprovechando un hueco "muerto" entre el armario y la ventana y, de esta manera nos beneficiamos de la luz natural (que no me canso de repetir; es muchísima). Las láminas que decoran esta zona son, como no, de Nacnic (ya sabéis que soy muy fan).


Para seguir con la línea británica de la alfombra, utilicé este baúl con efecto vintage que además de servir para almacenaje (mucho, por cierto) también sirve de asiento. De hecho, en un primer momento se colocó a modo de pie de cama- descalzadora. Los baúles y arcones decorativos son muy versátiles.


Por último, la zona de dormir. En este caso, para diferenciarla del resto empapelé la pared con rayas, que decidí colocar en horizontal (el pintor se acordó de mi madre un par de veces) y para destacarla encargué un cabecero a medida (enorme, por cierto mide 1.70cm de altura) con capitone cuadrado. No se si en la foto se aprecia bien pero hay mucho contraste de color entre la pared y la cama, con este efecto se consigue destacar ciertos elementos y dar mayor sensación de amplitud.


Las mesillas también son del gigante sueco, en este caso de la colección Hemnes. Se colocaron diferentes modelos porque no me gusta nada que las dos mesillas sean iguales. Ambas, las voy a reubicar en la nueva casa y, esta vez si, cambiaré los tiradores. Sólo hay dos cosas que odio (mucho) de Ikea; los tiradores y las láminas decorativas (me resultan demasiado impersonales). En este rinconcito también quise dar un poquito de color, para salir de la rutina.


Hasta aquí la segunda parte de la que fue "mi primera vez" en solitario. Ahora estoy con mi casa (una auténtica locura) que ya os enseñaré, aunque va para largo. Espero, una vez más, que os guste tanto como a mi.

¡Feliz jueves!