Como ya comenté en la presentación del blog soy arquitecta de
interiores, y como tal, me encanta la decoración. Mientras estudiaba la
carrera, me convertí en una adicta al café, mis "compis" de profesión
entenderán por qué. A día de hoy es raro que no me tomé mínimo dos o
tres diarios y de los grandes, por este motivo, y desde hace unos 4
años, empecé a comprar termos para poder llevármelo fuera de casa.
Es una tendencia muy americana la del “coffe to go” y, al menos en
Vitoria, no está muy vista, es por este motivo por el que alguna vez me
miran raro cuando llevo el termo en la mano por la calle, en el autobús,
etc.
Lo que hace tiempo empezó como “voy a comprar un termo para poder
llevar el café de paseo” se convirtió en una fijación y, cada vez que
voy a algún lugar nuevo, o veo un termo bonito en un escaparate, me lo
tengo que comprar.
Exactamente lo mismo me pasa con las tazas pero, en este caso,
comencé a coleccionarlas mucho antes que los termos. Todo empezó cuando
era muy pequeña e hice una excursión al Guggenheim de Bilbao, allí
compré mi primera taza ¡En buena hora! a partir de ahí, cada vez que
alguien o yo misma se va de viaje, me traen o me compro una taza de
recuerdo. Tengo un montón, mi padre está hartito de mi colección de
tazas, porque entre las que hay en mi habitación y las de cocina, mi
casa parece “El museo de las tazas de desayuno”. Dice que teme el día
que comience a invadir el baño, aun asi la colección es un suma y sigue
constante.
Cuanto más rosas, más macaroons y más cosas monas tengan las tazas,
más me gustan y, con los termos pasa lo mismo. Para colmo, Primark tiene
diseños chulísimos y muy económicos, como si no tuviera bastantes ya,
pero es imposible resistirme a la tentación.
Tengo entre ceja y ceja conseguir la de Tiffany´s pero, por lo que
he leído, fue una edición especial y ya no se fabrica, no sé si será
verdad, pero, de ser así, es una pena.
Se podría decir que estos dos objetos forman parte de las cosas que
me gustan como toque en la decoración, creo que tener cada taza
diferente y que cada una tenga su historia, puede dar un aire muy
personal a una cocina, además de traerte recuerdos cada vez que las
utilices. Aunque mis colecciones, como ya os he dicho, no empezaron con
ese objetivo.
Otros recursos que me encanta utilizar cuando decoro un espacio es
el juego de cojines y velas, pero ya os lo contaré en otra ocasión.
Os muestro parte de mi colección. ¿Soy yo la única loca de las tazas o a alguien más le pasa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario